Durante el verano, el cuidado de la piel es esencial, ya que la sobreexposición a la luz solar y a las altas temperaturas pueden causar diferentes enfermedades, que van desde sarpullidos hasta cáncer de piel.
A continuación, leerás una serie de recomendaciones para protegerte durante esta temporada y evitar que el riesgo de padecer cáncer de piel incremente.
Datos clave sobre el tema
Contenidos
- El cáncer en la piel es el tipo de cáncer más común, presentándose en casi el 50% de todos los casos de cáncer.
- Un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o superior debe ser usado en toda la piel expuesta, incluso en los días nublados o lluviosos.
- El agua remueve el protector solar – al nadar en la playa o en la alberca, asegúrate de volverlo a aplicar cada dos horas e inmediatamente después de secarte con la toalla.
¿Cómo puedes proteger tu piel del sol de verano?
Existen 5 reglas básicas para la protección de la piel durante este verano:
- Aplica protector solar de amplio espectro y resistente al agua: busca un protector solar con factor superior a 30 cuando vayas a pasar el día en el exterior. Re-aplícalo después de unas 3 horas y después de algunas actividades que involucren mucho agua o sudor.
- Usa ropa que te proteja: mangas largas, lentes de sol y un sombrero te ayudan a protegerte de los rayos ultravioleta.
- Aléjate del sol durante las horas más intensas: los rayos del sol siempre son más fuertes entre 10 am y 4 pm – evita exponerte directamente al sol en esas horas.
- Sé cuidadoso, especialmente en la playa: el agua de mar y la arena reflejan e intensifican los rayos del sol, por lo que debes tener cuidado para evitar quemaduras de sol.
- Evita las camas de bronceado: las camas de bronceado también pueden causar cáncer de piel. Si te gustaría lucir un bronceado envidiable, considera utilizar un spray o algún producto de autobronceado.
¿Qué tipo de protección solar deberías usar?
Las ondas solares que llegan a la tierra incluyen los rayos visibles y los rayos ultravioleta. La luz ultravioleta causa quemaduras de sol, envejecimiento de la piel y cáncer de piel; por ello, utilizar protección solar es importante.
El factor de protección solar (o SPF, por sus siglas en inglés) es un multiplicador de la protección contra las quemaduras de sol y el enrojecimiento. Por ejemplo, si un protector solar tiene SPF de 10, tu piel tardará 10 veces más en quemarse. Para tener una protección completa, es necesario buscar un protector que sea de amplio espectro (UVA y UVB) y resistente al agua.
Así pues, cuando busques un protector solar, busca alguno que contenga una etiqueta de SPF superior a 30 o más y no olvides aplicarlo cada 2-3 horas o después de nadar y/o sudar.
¿Cuál es la mejor forma de remediar una quemadura de sol?
Antes que nada, debes saber que no puedes revertir el daño causado por las quemaduras de sol. Es mucho mejor prevenirla que tratarla, pero si ya no es tu situación, puedes seguir estos consejos para aliviar los síntomas.
- Date una ducha con agua fría y después usa abundante crema humectante.
- Coloca una toalla fresca sobre tu piel.
- Algunos medicamentos antiinflamatorios, como Ibuprofeno, pueden ayudar.
- Bebe muchos líquidos (agua de coco, agua pura y/o bebidas para deportistas) para compensar los que has perdido.
- Si te sientes mal y/o tienes ampollas, busca atención médica, ya que podría ser un síntoma de una quemadura severa.
El cuidado de la piel es muy importante, pero va más allá de cuestiones estéticas. La prevención del cáncer de piel es esencial y debes seguir esos consejos especialmente en el verano.
Si deseas más información, acude con un especialista en cáncer de piel, quien te orientará con mayor profundidad en el tema.